Ya han pasado las 40 semanas,
semamas de miedo, alegría, nervios, preocupaciones, cansancio,
y ante todo de espera.
Semanas en las que cada día
ha sido vivido con intensidad e ilusión.
Ahora se acerca el momento,
el momento de por fin ver tu carita,
tantas veces soñada,
que te pueda transmitir el calor de un abrazo,
la dulzura de un beso,
y el amor de una caricia.
Por Noelia Fuentes
