Ahora resulta que la serie que triunfó en nuestra infancia,con la que aprendimos a contar con un Conde Drácula de peluche,a diferenciar lo que es arriba de lo que es abajo con el primer super héroe de nuestra niñez,aprendimos que las galletas eran el mejor desayuno con un monstruo que nos parecia un tragón símpatico,etc.,pues vienen los señores Americanos y dicen que esta serie no es politicamente correcta.Según ellos,Epi y Blas resulta que son homosexuales,Caponata incita a las drogas,el monstruo de las galletas induce a la obesidad,etc...
¡Porque no se preocupan mejor de que sus hijos no vivan en una sociedad donde lo primero que aprenden es a enpuñar un arma!.
6 comentarios:
Somos muchos ( por no decir todos) los que hemos crecido comiendonos la merienda o haciendo los deberes con Barrio Sesamo, y ahora resulta que todos debemos de ser Homosexuales? Si esto fuera asi, Viva la libertad de poder elegir lo que queremos ver y no lo que nos permitan ver....
Modestia aparte, somos una generación extraordinaria, no como la que creció viendo Los Mundos de Yupi. Ay Dios, que ahora los niños ven El Diario de Patricia...
¡¡¡Eh!!! ¡Que yo veía los mundos de yupi!¡Coñe! ¿Qué iba a ser de nosotros en internet sin Astraco?
Viva el orgullo gay y Epi y Blas. Gracias a ellos hemos aprendido que no pasa nada porque dos hombres duerman juntos y a respetar a bichos raros como Don Pin Pon ¿qué cojones era ese muñeco?
Por cierto ¿ninguno de esos que ha hecho el estudio se ha dado cuenta de que el monstruo de las galletas nunca llegaba a comérselas? ¡Sólo las aplastaba y destrozaba contra su boca!
(A Iván):
Hijo mío, debías de ser el único en ver los tostones mundos de Yupi, así estás tú...
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